Esta noche he vuelto a soñar con tus manos.
¿Cómo es posible que mi cabeza las recuerde con tanta claridad? Tengo trazado el mapa ciego de tus palmas, de tus dedos largos, delgados, siempre suaves y algo húmedos.
Recuerdo como me buscaban a escondidas y como me acariciaban, siempre tan cálidas, deseosas de la mias o buscando mi piel, a veces, temblorosas. También me han hecho recordar que puedo ser tierna, delicada, sutil, sexy, infantil, dura, adorable, seria, sugerente, persuasiva, divertida, tranquila, loca, responsable, impulsiva...
Al fin y al cabo ha sido un sueño, nada más. Y no pasa nada, la vida sigue. Llegará alguien y, nunca será igual que contigo, será diferente; ni mejor ni peor: diferente. Y le querré, ni más ni menos que a ti, le querré diferente.
Pero, créeme cuando te digo que, nadie tendrá las manos más perfectas que tú.
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