martes, 13 de octubre de 2020

 Y yo que creía que este verano iba a ser aburrido, já. 

Mucho Mediterráneo: Calblanque, Cabo de Palos, Punta Prima, Campoamor, Alicante, Peñíscola, Burriana, Valencia, Jávea, Moraira y Altea. 

He dormido en sofás, camas plegables, camas individuales, camas dobles, en el suelo y en hoteles. 

Gallegos, mallorquines y noruegos. Primeras citas decepcionantes. La insistencia ridícula del pasado. Dos botellas de vino, Jack Daniel's, una cicatriz de apendicitis y un masaje de pies a las tres de la mañana; pudo haber sido una buena noche pero no sentí nada. 

Don Draper, otra vez. Viva Suecia, Veintiuno, Dorian y la Habitación Roja. Veleros. (Muchas) salidas a cenar. Calas. Llamadas que no llegan. Música nueva. Arroz a banda, pulpo y calamar a la plancha. Tormentas de verano. Vino, gin y vodka. Conducir. Pizzas en la playa. Cava en el despacho. (0044). Amigos, los de siempre y los que acaban de llegar. Noches que no se acaban aunque al día siguiente haya que trabajar. Cantar en el coche. 

Proyectos nuevos...

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